Taller de Creación Literaria de la Editorial Libros para Pensar

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miércoles, 29 de marzo de 2023

¿Presidente o presidenta?

Se acerca el mes de idioma, y por ello transcribo un texto que me llegó por correo electrónico de dos fuentes diferentes.



Regla ortográfica

En español, el plural en masculino implica ambos géneros. Así que al dirigirse al público NO es necesario ni correcto decir "peruanos y peruanas", "compañeros y compañeras", "niños y niñas", etc., como el verboso Alan García puso de moda y hoy en día otros ignorantes (políticos y comunicadores) a nivel nacional por TV continúan con el error.

Decir ambos géneros es correcto, SÓLO cuando el masculino y el femenino son palabras diferentes, por ejemplo: "mujeres y hombres", "toros y vacas", "damas y caballeros", etc.

Ahora viene lo bueno: Detallito lingüístico ¿Presidente o presidenta?

Aprendamos bien el español y de una vez por todas:  
NO ESTOY EN CONTRA DEL GÉNERO FEMENINO, SINO DEL MAL USO DEL LENGUAJE. POR FAVOR, DÉJENSE YA DE INCULTURA, DESCONOCIMIENTO U OCURRENCIA: 
¿Presidente o presidenta?


En español existen los participios activos como derivados verbales: Como por ejemplo, el participio activo del verbo atacar, es atacante; el de sufrir, es sufriente; el de cantar, es cantante; el de existir, existente; etc.

¿Cuál es el participio activo del verbo ser?: El participio activo del verbo ser, es "ente". El que es, es el ente. Tiene entidad. Por esta razón, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se le agrega la terminación 'ente'.


Por lo tanto, la persona que preside, se le dice presidente, no presidenta, independientemente de su género.

Se dice capilla ardiente, no ardienta. Se dice estudiante, no estudianta. Se dice adolescente, no adolescenta. Se dice paciente, no pacienta. Se dice comerciante, no comercianta. Se dice cliente, no clienta.

La Sra. Cristina Fernández de Kirchner, para aquellos que andan atrasados de noticias, es la actual presidente de Argentina. Dilma Rousseff ha recibido las felicitaciones del Presidente García y su Gobierno, como "Presidenta electa", no por motivos ideológicos, sino por ignorancia de la gramática de la lengua española. Y ahora en Venezuela, El presidente, hace uso de estas barbaridades.

Un mal ejemplo sería: La pacienta era una estudianta adolescenta sufrienta, representanta e integranta independienta de las cantantas y también atacanta, y la velaron en la capilla ardienta ahí existenta.
Qué mal suena ahora Presidenta, ¿no?. Es siempre bueno aprender de qué y cómo estamos hablando.

Pasemos el mensaje a todos nuestros conocidos latinoamericanos, con la esperanza de que llegue a la Casa Pizarro y a Miraflores, para que esos Presidentes hagan buen uso de nuestro hermoso idioma.


Atentamente,

V. Molina
Licenciado en Castellano y Literatura
(y no en Castellana y Literaturo)

miércoles, 22 de marzo de 2023

Poema En Paz, de Amado Nervo

El 21 de marzo se considera el día internacional de la poesía. Por tal motivo quiero compartir uno de mis poemas favoritos:  "En paz", del escritor mexicano Amado Nervo.  

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En Paz.


Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!



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Amado Nervo
Poeta y prosista mexicano (1870, Tepic -México-   1919 Montevideo- Uruguay). Su nombre era Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo y Ordáz. Fue miembro de la Academia Mexicana.

Amado Nervo.jpgAutor de novelas, ensayos de corte modernista y poemas Tambien es conocido por sus poesías. Inició estudios en ciencias, leyes, en incluso estuvo un tiempo en el seminario porque quería ser clérigo. Tuvo múltiples trabajo y ocupaciones, dentro de las que se destaca la carrera diplomática.

Dentro de sus obras se destacan "Serenidad", "Elevación", "Plenitud", "la amada inmóvil", y en especial el poema que les comparto el día de hoy: " En Paz".

miércoles, 15 de marzo de 2023

Epígrafes en literatura

En varias ocasiones me han preguntado sobre el uso de los epígrafes, y hoy quiero abordar el tema. 

Tengo unos pocos amigos que los utilizan en casi todo lo que escriben. Por el contrario, yo los utilizo muy pocas veces. 

Comencemos primero definiendo lo que es un epígrafe:  

Un epígrafe es una cita breve (generalmente ajena, pero también puede ser propia) que se pone al inicio de un cuento o una novela (incluso, de un capítulo) y que pretende generar en el lector un ambiente propicio para lo que sigue a continuación.  

Un epígrafe puede ser una frase o un verso que 

  • Sirvió de inspiración a la obra.
  • Ofrece claves para que el lector comprenda lo que sigue.
  • Sirve de introducción al texto siguiente.
  • Prepara al lector en un ambiente específico relacionado con la narración que continúa. 
  • Pretende que el lector asocie con otra obra u otro autor. 
Pero hay que tener cuidado con los epígrafes. En el siglo XIX y comienzos del XX, se usaron con mucha frecuencia, y servían para mostrar que el autor del texto era un gran lector y un conocedor de otras obras de la literatura. En el siglo XXI, con el advenimiento del internet, cualquiera puede encontrar con facilidad una cita, y ponerla de epígrafe creyendo que, con ello, da muestras de su erudición. Sin embargo, cuando se interroga al autor sobre el origen de ésta, o cuando se lee el texto, se evidencia que simplemente la copió de cualquier lugar, y en muchas ocasiones, está fuera de contexto. Con cierta frecuencia los epígrafes no guardan relación con el texto siguiente y, más que ayudar, generan sospechas en el lector de si lo que pretendía el autor era dar una falsa imagen de intelectualidad.  

Afortunadamente, muchos epígrafes están muy bien citados, embellecen el texto y lo mejoran. 

El epígrafe suele ponerse debajo del título, antes de la primera oración. Se acostumbra a colocarlo a la derecha, generalmente en letra más pequeña, y con frecuencia, en cursiva. De esta forma queda claro que es un inserto y no hace parte de la obra. 

Mi consejo a quienes lo deseen usar es que valoren muy bien el efecto que tendrá en el lector. Si el epígrafe mejora o aclara el texto, bienvenido. Si es simplemente para pretender ser un intelectual, mi consejo es que se abstengan de usarlo. 

En cualquiera de los casos, usar epígrafe o no, es una decision del autor y solo el lector podrá juzgarlo. 

A continuación, dejo ejemplos de epígrafes con los que comienzan tres cuentos:  En el primer ejemplo Cortázar aporta información útil para comprender su cuento. En el segundo, Villiers cita a un príncipe para anticipar el tema del suyo. En el tercero,  一un cuento de mi autoría, utilizo un fragmento en latín del dies irae (El día de la ira), de la misa de los difuntos requiem , que describe el temor de los pecadores cuando Dios baja juzgar a vivos y muertos. El cuento trata de un hombre que planeó el asesinato de su primo y quedarse con su fortuna. 

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LA NOCHE BOCA ARRIBA

por Julio Cortázar

Y salían en ciertas épocas a cazar enemigos;
le llamaban la guerra florida.

A mitad del largo zaguán del hotel pensó que debía ser tarde y se apuró a salir a la calle y sacar la motocicleta del rincón donde el portero de al lado le permitía guardarla. En la joyería de la esquina vio que eran las nueve menos diez; llegaría con tiempo sobrado adonde iba.

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ANTONIA

por Villiers de L’Isle Adam

Íbamos a menudo a casa de la Duthé: allí hablábamos
de moral y otras veces hacíamos cosas peores.
-El príncipe de Ligne

Antonia vertió agua helada en un vaso y puso en él su ramo de violetas de Parma:
-¡Adiós a las botellas de vino de España! -dijo.
E, inclinándose hacia un candelabro, encendió, sonriendo, un papelito liado con una pizca de phëresli; este movimiento hizo brillar sus cabellos, negros como el carbón.
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LA HERENCIA

por Carlos Alberto Velásquez Córdoba
(del libro FUGA DE IDEAS)

Quantus tremor est futurus,
Quando Judex est venturus,
Cuncta stricte discurssurus¹.

Disculpe, señor, no fue mi intención asustarlo. Solo pretendía sentarme a descansar un rato. ¿Sabe? En esta época del año hace aquí en España un frío terrible y los músculos se paralizan hasta rebelarse e impedir que mis huesos se muevan.  

¿Cómo dice? Sí, tiene usted razón: no soy de aquí. Es usted muy observador....

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  1.               ¡Grande será el temor 
cuando aparezca el justo Juez 
a pedir cuentas de lo que hemos hecho!

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miércoles, 8 de marzo de 2023

Basura. Cuento de Luis Fernando Verísimo

En muchas oportunidades he hablado de la diferencia entre decir y mostrar.  Con frecuencia, los narradores dicen, pero los personajes muestran.  

Esta semana les traigo un cuento de un escritor brasileño, Luis Fernando Veríssimo, titulado “Basura”, que desde mi humilde concepto, es una verdadera obra de arte porque prácticamente el narrador es invisible.  Se limita a dar solo la primera frase y deja que los personajes lo cuenten todo, en un diálogo que es completamente fluido.

Espero les guste.

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Basura 

 

Se encuentran en el área de servicio. Cada uno con su bolsa de basura. Es la primera vez que se hablan. 
- Buenos días... 
- Buenos días. 
- La señora es del 610 
- Y, el señor del 612 
- Sí. 
- Yo aún no lo conocía personalmente... 
- De hecho... 
- Disculpe mi atrevimiento, pero he visto su basura... 
-¿Mi qué? 
- Su basura. 
- Ah... 
- Me he dado cuenta que nunca es mucha. Su familia debe ser pequeña... 
- En realidad sólo soy yo. 
Mmmmmm. Me di cuenta también que usted usa mucha comida enlatada. 
- Es que yo tengo que hacer mi propia comida. Y como no sé cocinar. 
- Entiendo. 
- Y usted también... 
- Puede tutearme. 
- También perdone mi atrevimiento, pero he visto algunos restos de comida en su basura. Champiñones, cosas así... 
- Es que me gusta mucho cocinar. Hacer platos diferentes. Pero como vivo sola, a veces sobra... 
- Usted... ¿Tú no tienes familia? 
- Tengo, pero no son de aquí. 
- Son de Espírito Santo.  
-¿Cómo lo sabe? 
- Veo unos sobres en su basura. De Espírito Santo. 
- Claro. Mi madre me escribe todas las semanas. 
-¿Ella es profesora? 
-¡Esto es increíble! ¿Cómo adivinó? 
- Por la letra del sobre. Pensé que era letra de profesora. 
- Usted no recibe muchas cartas. A juzgar por su basura. 
- Así es. 
- Pero, el otro día tenía un sobre de telegrama arrugado. 
- Así fue. 
-¿Malas noticias? 
- Mi padre. Murió. 
- Lo siento mucho. 
-Él ya estaba viejito. Allá en el Sur. Hacía mucho tiempo que no nos veíamos. 
-¿Fue por eso que volviste a fumar? 
-¿Cómo es que sabes? 
- De un día para otro comenzaron a aparecer paquetes de cigarrillos arrugados en su basura. 
- Es cierto. Pero conseguí dejarlo de nuevo. 
- Yo, gracias a Dios, nunca fumé. 
- Ya lo sé. Pero he visto unos vidriecitos de pastillas en su basura... 
- Tranquilizantes. Fue una fase. Ya pasó. 
-¿Peleaste con tu pololo, no es verdad? 
-¿Eso, también lo descubriste en la basura? 
- Primero el buqué de flores, con la tarjetita, tirado en la basura. Después, muchos pañuelitos de papel. 
- Es que lloré mucho, pero ya pasó. 
- Pero incluso hoy vi unos pañuelitos... 
- Es que estoy un poquito resfriada. 
- Ah. 
- Veo muchos crucigramas en tu basura. 
- Claro. Sí. Bien. Me quedo solo en casa. No salgo mucho. Tú me entiendes. 
-¿Polola? 
- No. 
- Pero hace unos días tenías una fotografía de una mujer en tu basura. Parecía bonita. 
- Estuve limpiando unos cajones. Cosa del pasado. 
- No rasgaste la foto. Eso significa que, en el fondo, tú quieres que ella vuelva. 
-¡Tú estás analizando mi basura! 
- No puedo negar que tu basura me interesó. 
- Qué divertido. Cuando escudriñé tu basura, decidí que quería conocerte. Creo que fue la poesía. 
-¡No! ¿Viste mis poemas? 
- Vi y me gustaron mucho. 
- Pero, ¡si son tan malos! 
- Si tú creías que eran realmente malos, los habrías rasgado. Y sólo estaban doblados. 
- Si yo supiera que los ibas a leer... 
- Sólo no los guardé porque, al final, los estaría robando. Si bien que, no sé: ¿la basura de la persona aún es propiedad de ella? 
- Creo que no. Basura es de dominio público. 
- Tienes razón. A través de la basura, lo particular se vuelve público. Lo que sobra de nuestra vida privada se integra con las sobras de los demás. La basura es comunitaria. Es nuestra parte más social. ¿Esto será así? 
- Bueno, ahí estás yendo harto lejos con la basura. Creo que... 
- Ayer, en tu basura... 
-¿Qué? 
-¿Me equivoqué o eran cáscaras de camarón? 
- Acertaste. Compré unos camarones enormes y los descasqué. 
-¡Me encantan los camarones! 
- Los descasqué, pero aún no los comí. Quien sabe, tal vez podamos... 
-¿Cenar juntos? 
- Por qué no. 
- No quiero darte trabajo. 
- No es ningún trabajo. 
- Pero vas a ensuciar tu cocina. 
- Tonterías. En un instante limpio todo y pongo los restos en la basura. 
-¿En tu basura o en la mía? 




 

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Basura, título original "Lixo", cuento de Luis Fernando Veríssimo, incluido en su libro de crónicas y cuentos O Analista de Bagé e, posteriormente, antologado en O Novo Conto Brasileiro por Malcolm Silverman (Rio de Janeiro, Nova Fronteira, 1985). 

Traducción de Paula Vera. 

miércoles, 1 de marzo de 2023

El beso de la muerte. Cuento de Laura Arango

 Esta semana les traigo un cuento de una de las promesas de las letras colombianas, la escritora Laura María Arango Restrepo, con la quien comparto el placer de estar en dos talleres literarios. 


El cuento que traigo a continuación fue publicado en la Antología Relata 2022, la cual pueden descargar haciendo clic en el enlace. 


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EL BESO DE LA MUERTE

Laura María Arango Restrepo



Sentado, con las manos sobre mis rodillas, cansado de la mierda que era mi vida, decidí llamarla.

Éramos viejos amigos. Nos habíamos conocido unos dieciocho años atrás cuando por diez días nos dedicamos a tomar café y jugar cartas, mientras mi cuerpo aguantaba pegado a un ventilador en una cama de cuidados intensivos; en esa ocasión habíamos apostado mi alma en la baraja. La muerte era buena jugando al póker, pero yo también; aunque sospecho que realmente me dejó ganar todas las partidas para no perder a su contrincante. Cuando el juego iba en mi contra y todos los monitores empezaban a sonar, mientras un desfile de enfermeras y galenos llenaban el pequeño cubículo para empezar mi reanimación, ella suspendía el juego por el alboroto y regresaba al día siguiente a pasar tiempo conmigo.

Esa primera vez tenía cuarenta años, estaba pasando por una crisis existencial y mi moto nueva me había llevado a chocarme a toda velocidad contra un poste de la luz. La vi como una dama de negro, parada junto a la ambulancia, curiosa ante unos ojos que la miraban sin temerle. Me sonrió. 

Luego, en el quirófano, la vi sentada junto a la máquina de anestesia, divertida, moviendo botones y perillas, mientras la conmoción reinaba en la sala entre dosis de adrenalina y compresiones a mi tórax. Justo allí me retó al primer duelo, acepté… No tenía nada que perder.

No hablaba mucho, era misteriosa, lúgubre. Decidí que distraerla debía ser la estrategia para conservar mi corazón latiente al menos por unos minutos más y, así, sobreviví a la cirugía de control de daños y a otras tres más durante mi estancia en el hospital. Verla, de algún modo, me reconfortaba; ella era una presencia más o menos constante y extrañamente amistosa en esos días de viajes oníricos entre elefantes terroríficos y pájaros rabiosos producidos por la mezcla entre mi imaginación y los medicamentos.

Con los años me había hecho propenso a sufrir accidentes, fracturas, y a necesitar procedimientos quirúrgicos bajo anestesia general. Siempre sospeché que ella me citaba para vernos en ese plano en el que la vida pende de un delgado hilo, y no negaré que me regocijaba al verla.

Me enamoré de nuestros encuentros tan nutridos de historias, con una calma y un goce que no hallaba en otro lugar. A veces aprovechaba para tomar sus manos frías, de pálida belleza, y contemplar el brillo de sus ojos color hielo. Entonces, ella soltaba una sonrisa en esa cara de geisha con la que se presentaba ante mí.

En los últimos cinco años, sin embargo, nuestra relación había cambiado. Cuando todo lo posiblemente extirpable, suturable y curable ya había sido hecho por los médicos en mi cuerpo (que más parecía un retazo), mi amante famélica me envió un cáncer, lento y doloroso, que aseguraba muchas visitas a mi lecho. No pude perdonárselo…

El diagnóstico llegó tarde; esa era su intención, ¡lo sé! El escamocelular de mi cara ya había invadido muchas estructuras, y la quimioterapia y la radioterapia solas no surtían efecto. El cirujano me llevó a un procedimiento radical: extirpó mi ojo derecho, el párpado, el canal auditivo, la oreja, media lengua, media boca… media cara. El dolor y la rabia no me permitían mirarme al espejo, ni tirar a los dados en el mismo tablero o beber del mismo café.

Se notaba arrepentida, pero el daño era irreparable. Dejó de visitarme. El cáncer se detuvo, pero mi vida era un desastre. Las heridas no sanaban, el dolor no se paliaba. Era un discapacitado visual, auditivo, emocional. No encontraba trabajo, vivía de la mísera pensión de invalidez, al lado de una mujer que mi exesposa pagaba para que me cuidara.

Enamorarme de la muerte y luego pretender olvidarla, había sido mi condena. Estaba atado a una vida desastrosa y ella no vendría a rescatarme.

Tres intentos de suicidio fallidos y dos sepsis severas a las que sobreviví, a pesar de no ser llevado a la unidad de cuidados intensivos, me lo demostraron.

Así que esa noche la llamé, usé todas mis fuerzas. Puse sal, encendí velas y quise matar a mi perro, ¡por él sí iba a venir! Mientras sostenía el cuchillo en mi mano derecha y lloraba junto al animal que lamía mi mano izquierda, la vi. Estaba parada en el rincón de la puerta, con esa mirada de la primera vez. Me lanzó una fría sonrisa y me pidió que bajara la hoja. Aún no era el tiempo de Kaiser.

Quitó las vendas de mi rostro, la vi conmoverse… Yo estaba incompleto, envejecido, vencido. La podredumbre emanaba de mis tejidos, pero también de mi alma, de mi corazón. Me miró. Me pareció que se sentía culpable y que ese amor que algún día tuvimos permanecía intacto en ella.

—Por ti se me ha prohibido volver a entablar relación con los humanos —dijo con severidad—. Dicen que me encarnicé contigo… probablemente tengan razón —se detuvo por un momento—, por favor perdona este amor que te ha hecho tanto daño.

Asentí y rogué con mi mirada para obtener también su perdón…

Tomó mi mano, sostuvo mi mentón y con un beso aspiró mi escasa vida. Luego acarició a mi perro en el lomo, que se quedó echado entre pequeños sollozos junto a mi cadáver.






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Laura María Arango Restrepo


(Medellín, Antioquia, 1988). Nació rodeada de una familia amorosa y extensa. Pasó los primeros años de su infancia en Bogotá. Regresó en 1998 a su ciudad natal, donde se radicó desde entonces. Médica general de la Universidad de Antioquia, egresada en 2012, ejerce sus labores en un servicio de urgencias de alta complejidad. Esposa de otro galeno y madre de un niño de cuatro años, Lucas, con quien comparte la pasión de crear historias. 

La pandemia le brindó el tiempo para volver a enfocarse en sí misma y reencontrarse con el placer de escribir; desde entonces participa en dos talleres literarios de la Red Relata: el Taller de Comedal, con Luis Fernando Macías, y el Taller de Historias, con Carlos Alberto Velásquez. Hizo su primera publicación en 2021 con la Editorial Libros para Pensar en una antología llamada Eso es puro cuento. El cuento “El beso de la muerte” está inspirado en el primer paciente que le solicitó la eutanasia. La autora tiene varios cuentos escritos y se encuentra trabajando en un proyecto de novela que tiene como nombre Al otro lado de mí.


Más cuentos de Laura Arango

miércoles, 22 de febrero de 2023

Registro de obras literarias con derechos de autor.

Registrar una literaria es una herramienta útil para demostrar la autoría de un texto y evitar que otra persona se beneficie con un plagio. Todos los que escribimos estamos expuestos a ello. 

Hace unos días una compañera de un taller literario envió una invitación a participar en una antología con una editorial muy sospechosa, de la que nunca había escuchado. La invitación decía que las obras debían ser enviadas a un correo y que solo había plazo hasta el 31 de enero, pero no decía de cuál año.  

También me llamó la atención que la invitación no tenía información sobre las bases de la convocatoria. Lo único concreto era el nombre de la editorial y un correo. 

Estuve verificando en internet, y no aparecía ninguna editorial con ese nombre.  Asimismo, el correo que daban para el envío de las obras correspondía al de un escritor cubano que solo había publicado textos en plataformas de distribución por demanda. Es decir, nada relacionado con una editorial seria. 

Así se lo hice saber a los compañeros. Les sugerí que podría tratarse de un fraude y les recomendé no compartir ningún texto sin el debido registro de autor. Uno de ellos me preguntó cómo se hacía para registrar una obra literaria. 

Es muy simple: en Colombia, el registro de obras literarias (así como música, material audiovisual, etc.) se hace a través del Ministerio del Interior.  Es muy sencillo: el registro se hace en línea y es gratuito, a traves de la página Registro en linea 

https://registroenlinea.gov.co/index.htm

Lo primero es registrarnos como autores. (Nombre, documento de identidad, dirección, correo electrónico, etc.). 

Una vez estemos registrados, hacemos el registro de nuestras obras en solo cuatro pasos: 

Paso 1: Datos del solicitante:   En este primer paso, se incluyen en el formulario el nombre del solicitante, el documento de identidad, nacionalidad, dirección de la residencia, correo electrónico de quien presenta la solicitud de inscripción. De igual forma, se debe indicar si el solicitante actúa a nombre propio o en representación de un tercero, caso en el cual debe indicar el nombre de este.

Paso 2: Datos del autor o autores.  En este segundo paso, se incluyen en el formulario los datos del autor o autores, persona o personas naturales que realizaron la creación intelectual.

Paso 3: Datos de la obra: En este tercer paso, se indican en el formulario los datos que identifican la obra, tales como su título, año de creación y carácter de la obra.

Paso 4: Transferencia de derechos y archivos adjuntos:  En este último paso se indica, si es del caso, la transferencia de los derechos patrimoniales del autor a un tercero. Aqui se hace necesario subir una copia del archivo que se va a registrar. 

Una vez terminado, revisamos que el formulario haya quedado correcto, y listo. Luego de aproximadamente dos semanas se recibirá una certificación donde consta nuestro registro como autor. 

Para finalizar les dejo este video, que espero les sea de utilidad.  



miércoles, 15 de febrero de 2023

Al escribir. Edver Delgado

 AL ESCRIBIR

  

“Lo que sale de nuestro cerebro

es producto de lo que hemos metido en él”

  

La escritura, sea literaria o técnica, requiere de tiempo, rigor, disciplina, orden, precisión y seriedad. Ante ella, vale adaptar la frase de la abuela "piense antes de hablar", por la máxima "lea mucho, piense y planifique antes de redactar".



"Escribir correctamente es una disciplina que requiere conocimientos previos, voluntad de trabajo, espontaneidad y, sobre todo, honradez intelectual. Estas cualidades, sabiamente unidas a la sencillez; realzan el pensamiento y establecen nexos entre los seres humanos" (Ortega y Gasset).

Como nadie da de lo que no tiene, debes leer mucho antes de escribir. La experiencia nos ha enseñado que un mal lector casi siempre entrega malos textos, y un buen lector al cambiar de rol logra textos de calidad; sin duda lo que sale de nuestra boca es producto de lo que hemos ingerido por ella, o mejor… lo que sale de nuestro cerebro es producto de lo que hemos metido en él.

 Para avanzar en la importante tarea de escribir recomiendo esto:

 Primero, lee mucho.

 Segundo, escribe sobre el tema que más domines y el que te gusta, y hazlo con la calidad necesaria para que tú seas el primer lector que lo disfrute. Busca darle a los demás lo que quieres recibir (regla de oro que aplica también a la escritura).

 Tercero, como la calidad no se improvisa, es vital corregir las veces que sea necesario. Por favor, no te canses de leer, revisar y analizar lo que escribes. Ojo, que si te aburre leer lo que has redactado es porque debes revisarlo y pulirlo más veces.

 Ten presente que la calidad toma tiempo, y en la escritura mucho más. La redacción, como la elaboración de joyas, exige observar y analizar muy bien los pequeños detalles. Piensa el texto como una obra de filigrana, sólo así alcanzarás a darle el toque, el matiz perfecto.

 Cuarto, procura que tus escritos, como en un buen diálogo, una buena clase o un buen programa de radio: 

- Diviertan. Atrapen al lector. Recuerda esos textos que empezamos a leer y no queremos dejar. Que vivan esos escritos que nos hacen postergar reuniones, cenas, oficios y nos llevan a no contestar el teléfono.

- Informen. Digan algo nuevo e interesante; no hay nada más cansón que hablar por hablar, sin contenido.

 - Inspiren, es decir, que dejen algo para hacer mejor la vida de los lectores. No necesariamente tienen que ser textos de consejos o máximas, pero sí llevar a que el lector extraiga de ellos algo para la vida.

 Quinto, entrega tus escritos a uno o varios editores; ellos con objetividad y criterio te harán recomendaciones y críticas para mejorar la calidad. Recuerda que uno mismo no se edita; eso es tarea de otro. Ni el más genial de los escritores deja su texto finalizado.

 


—Édver Augusto Delgado Verano

Editorial Libros para Pensar

miércoles, 8 de febrero de 2023

¿Qué es literatura?

 ¿QUÉ ES LITERATURA?

Carlos Alberto Velásquez Córdoba

La literatura implica un juego con el lector. Un texto no es literatura si no involucra personalmente a quien lee. La buena literatura hace que el lector interactúe con el texto:

Miremos este ejemplo.

Esta mañana, al salir de casa rumbo al trabajo, de un callejón salió un hombre encapuchado con un revolver. Me apuntó al pecho y me dijo: “Entrégame tu billetera… y dame también tu reloj.


Ahora, miremos este otro.

Esta mañana, al salir de casa rumbo al trabajo, de un callejón salió un hombre encapuchado con un revolver. Me apuntó al pecho y me dijo: “Entrégame tu billetera... y dame también el reloj que te dejó tu papá.


En el primer ejemplo hay una narración de los hechos, una noticia o una anécdota. Incluso puede ser la transcripción de una denuncia hecha por un hombre ante la inspección de policía. 
Simplemente se cuenta algo que pasó: Un hombre es atracado por otro. En el segundo ejemplo, hay una variación: No basta con saber que le han quitado la billetera y el reloj. Hay un componente adicional que pone al lector a preguntarse por qué el ladrón sabía que su reloj era una herencia de su padre.

Aquí empieza un diálogo entre el escritor y el lector. Abre un abanico de posibilidades en la mente de este último. Esas palabras finales insinúan una historia diferente: No se trata de un ladrón cualquiera. ¿El ladrón es alguien que conoce a la víctima? ¿Cómo supo que su reloj era heredado? En los siguientes párrafos, el lector tratará de anticipar la historia o de entender sus orígenes. La buena literatura invita al lector a participar del relato en forma activa. No solo se trata de recibir una información, se trata de estimular su imaginación, de generar curiosidad, miedo, ternura, aversión, disgusto, o cualquier otro sentimiento. La literatura es un dialogo permanente entre el lector y el escritor.

Literatura no se trata de escribir bonito y con palabras rebuscadas. Consiste en escribir un texto gramaticalmente correcto y darle un sentido que tenga significancia adicional al lector, y hago énfasis en la palabra adicional. Debe haber algo más que lo que se dice, algo que tenga un sentido extra para el lector. En la literatura, no basta con escribir unos hechos, el objetivo es que el lector se fusione con el autor.

Eso es literatura.

miércoles, 1 de febrero de 2023

El villano perfecto en literatura.

Para muchos escritores el conflicto en su cuento o novela se centra en el antagonismo entre el protagonista y el villano. En muchas ocasiones se suele desarrollar muy bien el personaje protagonista (héroe), pero en el villano encontramos baches que nos lo hacen poco verosímil. Por el contrario, en muchas obras literarias o cinematográficas, el villano es quien se lleva los aplausos. 



A continuación, les comparto un texto publicado por el escritor Emilio Alberto Restrepo Baena (quien ya nos ha colaborado varias veces en este blog) sobre lo que se requiere para tener el perfecto villano en literatura. 

Decálogo del villano perfecto en literatura
 
Por Emilio Alberto Restrepo Baena


Partimos de la premisa de que “a mejor malo, mejor historia”, haciendo énfasis en la importancia del antagonista para generar un conflicto potente y una historia más interesante

1. Tener una motivación clara: Es importante que el villano tenga una motivación contundente y comprensible para sus acciones malvadas, para que el lector pueda entender por qué actúa de esa manera. EJ: robar un cuadro, coronar una estafa, atracar un banco, engañar una viuda, etc. El objetivo del villano no deja dudas y desestabiliza un orden establecido.

2. Ser un desafío para el héroe: El villano debe ser un desafío para el héroe, tanto física como psicológicamente, para generar un conflicto potente y emocionante. Lo debe sacudir, asustar y confrontar. Lo saca de su zona de confort. Le roba la tranquilidad y se le puede volver una obsesión. El protagonista se siente incómodo, le teme o lo irrita, en todo caso se le convierte en un objetivo que tiene que alcanzar, una motivación a la que se tiene que oponer con todo su entusiasmo, entendiendo desde el principio que no es tarea fácil

3. Tener suficiente profundidad: El villano debe tener una suficiente profundidad como personaje, con un pasado, metas y deseos, para que el lector pueda entenderlo y relacionarse con él. Eso evita los personajes planos, insaboros o caricaturizados que generan mas patetismo que adherencia.

4. Tener una personalidad compleja: El villano debe tener una personalidad compleja, con una mezcla de virtudes y defectos, para que el lector no lo vea como un personaje unidimensional. No hay tonos absolutos de blanco y negro. En medio de su ambición y su perversidad, puede mostrar rasgos de nobleza, sensibilidad o solidaridad con los suyos. Pero lo dominante, es su rasgo de una maldad que no deje dudas.


5. Ser una amenaza creíble: El villano debe ser una amenaza creíble, con poder y recursos suficientes y lógicos para desafiar al héroe. Nada de ases sacados de la manga en el último momento, o “deux ex machina” traídos de los cabellos o gemelos aparecidos al final o sueños que resuelven la acción. Ante todo, tener una coherencia que lleve a una adecuada “supresión de la incredulidad”. Por ejemplo, no salir con un truco de magia para coronar la acción, si durante toda la trama no se sembraron los indicios de que era mago. Hay que tener un pacto respetuoso con el lector, unas reglas del juego.

6. Tener una planificación cuidadosa: El villano debe tener una planificación cuidadosa y estratégica para sus acciones malvadas, para que el lector pueda apreciar su inteligencia y astucia. La historia debe ser contada con verosimilitud, con detalles que alimenten la credibilidad y que el paso a paso de su plan en la historia se fije en la mente del lector sin generar dudas ni desconfianza.


7. Tener una relación interesante con el héroe: La relación entre el villano y el héroe debe ser interesante y compleja, con una historia pasada o un vínculo emocional que los conecte. De cada encuentro deben salir chispas, diálogos ingeniosos, rabias no resueltas, promesas de desafíos que se deben resolver más adelanta. Nunca dejar cabos sueltos.

8. Tener una evolución: El villano debe tener una evolución a lo largo de la historia, tanto en sus motivaciones como en sus acciones, para que el lector pueda ver su desarrollo como personaje. En los textos y en los guiones, es importante dejar clara la transformación del personaje. De pronto los únicos que no mutan son los superhéroes o James Bond, que siempre son los mismo, pero en el resto, el personaje debe sufrir una transfiguración a la vista del lector. Los personajes planos, o inamovibles o blindados dejan poca huella y mínima adherencia.



9. Tener una presencia impactante: El villano debe tener una presencia impactante, ya sea física o personalidad, para que el lector se acuerde de él. Algo lo debe caracterizar, algo lo hace distinto, reconocible, temido.

10.Tener un final satisfactorio: El final del villano debe ser satisfactorio, ya sea un castigo justo o un cambio de personalidad, para que el lector pueda cerrar su historia de una manera adecuada. No hay una formula rígida de ganar o perder, lo importante es lograr giros de tuerca eficaces, y que no queden cabos sueltos. Decidir si se dejan aspectos en punta para futuras historia o confección de zaga, pero el elemento central de la historia que ocupa la atención debe quedar cerrado.




Tomado del blog DECALOGOS LITERARIOS

miércoles, 25 de enero de 2023

Un animal de taller

Esta semana les compartimos la entrevista que le realizaron al escritor Emilio Restrepo, y sus opiniones sobre los tallere literarios. 



Esta entrevista hace parte de un conversatorio entre la Universidad Nacional de Colombia, la Biblioteca Efe Gomez y el escritor,  con motivo del #ConcursoCuentoCortoUNAL, el 23 de octubre de 2020. En la charla de Facebook Live participan la Editora y escritora Janeth Posada Franco, la periodista Julhy Yepez, y el médico y escritor Emilio Alberto Restrepo Baena. 

Para quienes estén interesados en participar en el Taller Crea-Acción literaria de la Editorial Libros para Pensar, les dejamos este enlace   https://forms.gle/GyfhQBRN99fDs5fcA

Tambien pueden solicitar información a los teléfonos (+57) 3158370584 o 3007796607 

miércoles, 18 de enero de 2023

Mausoleo. cuento de Carlos Alberto Velásquez C

De mi libro EL RETRATO DEL SEÑOR ROSSI, Y OTROS CUENTOS, les comparto la lectura del cuento MAUSOLEO. 

Dicho relato está basado en hechos reales ocurridos en Medellín a principios del siglo XX. 

Al final les dejo la referencia. 

Agradecimientos al Dr. Emilio Restrepo y a Teledonmatías por la realización del video. 


Más información (con fotografías):  El mausoleo de Jesus María Amador



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EL RETRATO DEL SEÑOR ROSSI, Y OTROS CUENTOS. 


ISBN 978-958-49-5892-1
Autor: Velasquez Cordoba, Carlos Alberto
Editorial: Libros para Pensar
Prólogo a cargo de Luis Fernando Macías - Emilio Restrepo
Diseño: María Isabel Velásquez E.
Materia: Narración de cuentos
Publicado: 2022-04-30
Número de edición: 1
Número de páginas: 216
Tamaño: 14x21cm.
Encuadernación: Tapa blanda o bolsillo
Soporte: Impreso
Idioma: Español




También disponible en librerías o en la página web de la Editorial Libros para Pensar.

Pedidos directos al autor: calveco@une.net.co 
WhatsApp  305 3997940





miércoles, 11 de enero de 2023

Escucho con mis ojos a los muertos

Los libros son un invento maravilloso. Nos permiten conversar con los difuntos: escucharlos, conocerlos, sentir cómo nos aconsejan. 


Esta semana les comparto un poema de Francisco de Quevedo  (1580-1645)



Retirado en la paz de estos desiertos. 


Retirado en la paz de estos desiertos,
con pocos, pero doctos libros juntos,
vivo en conversación con los difuntos
y escucho con mis ojos a los muertos.

Si no siempre entendidos, siempre abiertos,
o enmiendan, o fecundan mis asuntos;
y en músicos callados contrapuntos
al sueño de la vida hablan despiertos.

Las grandes almas que la muerte ausenta,
de injurias de los años, vengadora,
libra, ¡oh gran don Josef!, docta la emprenta.

En fuga irrevocable huye la hora;
pero aquella el mejor cálculo cuenta
que en la lección y estudios nos mejora.


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Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos 
(1580- 1645) fue un noble, político y escritor español del Siglo de Oro. Fue caballero de la Orden de Santiago a partir de 1618​ y señor de Torre de Juan Abad a partir de 1620. Junto con Luis de Góngora, con quien mantuvo una enemistad durante toda su vida, es reconocido como uno de los más notables poetas de la literatura española. Además de su poesía, fue un prolífico escritor de narrativa y teatro, así como de textos filosóficos y humanísticos.

miércoles, 4 de enero de 2023

Participa en nuestro taller

Después de unas cortas vacaciones, continuamos este año con nuestros talleres.  

Los esperamos. 


Parque Biblioteca de Belén Cra. 76 #18A-19 

Horario: Viernes 6:00 - 8:00 pm. 

Información e inscripciones: WhatsApp 3007796607 - 3214793451


Que tengan un año muy feliz.