Esta semana les traigo un excelente cuento de O. Henry.
Una verdadera obra de arte.
Esta semana les traigo un excelente cuento de O. Henry.
Las redes sociales son un caldo de cultivo para la desinformación.
Hace algún tiempo vi que le atribuían a Morgan Freeman un poema escrito por William Henley.¿Qué hace a un escritor? ¿El acto de escribir? Si así fuera, todos los que copian un texto serían escritores. ¿Tal vez el acto de inventar una historia? Siendo así, quien dice una mentira se convertiría automáticamente en escritor, y sabemos que eso no es cierto. ¿El uso correcto de un lenguaje, tal vez? Entonces lo sería un abogado que redacta un contrato, o un matemático que sabe utilizar su lambdas e integrales para formular una ley matemática en un lenguaje técnico.
Esta semana les compartimos el primer puesto en el concurso de microcuento Medellín en 100 palabras. Esta vez la ganadora en la categoría adultos fue Lina Marcela Cardona García de quien ya hemos publicado otros textos en este blog. Este bello cuento surge de una vivencia de la autora.
Muchas felicitaciones para Lina.
La prótesis
No sabía que mi papá había perdido sus dientes; solo tuve conciencia de ello cuando vi la prótesis en el lavamanos, mientras él se iba a la Clínica Medellín. Horas después recibí un audiomensaje en el que decía no poder comer y me rogaba hacérsela llegar. Cuando volví a casa para recogerla, encontré la misma risa en el baño; la puse en una bolsa para enviarla con el mensajero, quien observó extrañado la encomienda. La prótesis no paró de reír, ni cuando una semana después fue devuelta con otras cosas sin usar, en la maleta de mi padre muerto.
Lina Marcela Cardona García, Primer puesto, categoría adultos.
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Por Carlos Alberto Velásquez C.
Como muchos de ustedes saben, participo en talleres de creación literaria y en algunos ratos libres coordino otros.
A veces, tal vez más frecuentemente de lo imaginado, uno se encuentra con buenos escritores que llegan a estos talleres con la esperanza de ser leídos por desconocidos. ―Cabe decir que los primeros lectores son la familia, los amigos, los compañeros...― pero generalmente, el que escribe espera transcender con sus textos más allá del círculo de sus conocidos.
Con la misma frecuencia muchos escritores en potencia "tiran la toalla" porque pasados uno o dos años, aún no han podido publicar nada.
Muchos dicen que lo que ocurre es que es muy difícil vivir de la literatura. Hace poco, en el Taller de Historias invitamos a mi amigo y colega Carlos Alberto Palacio (PALA) y le hicimos la pregunta: ¿Se puede vivir de la literatura? y él, con esa sabiduría que lo caracteriza, nos respondió algo maravilloso:
Nos dijo que sí. Que sí era posible vivir de la literatura, pero para ello había que trabajar muy duro y esforzarse por aprender el oficio antes de esperar retribución. Y nos puso de ejemplo al médico, que debe estudiar seis años de carrera, un año de internado, y luego al menos dos o tres años de especialización y posiblemente dos o tres más de subespecialización. Antes de eso ―nos decía ―, un médico no puede esperar una buena retribución por el tiempo invertido. Igual pasa con los escritores. Un escritor no puede pretender estar en las vitrinas de las librerías sin haber gastado mucho tiempo cultivando el arte y haciéndose conocer.
En mis talleres, veo con frecuencia personas que escriben muy bien, pero que esperan ser reconocidos por los lectores en poco tiempo, ignorando el largo camino que hay que recorrer. Creemos que la fama y la fortuna se logran con publicar un video y montarlo a la red porque hemos visto que la gente se deja obnubilar por una cara bonita o un buen cuerpo, como si la literatura no requiriese un esfuerzo mayor que el de un influenciador.
Yo escribo historias desde muy niño; solía escribir para mí, para mis amigos, y sólo en el 2012 me lancé a escribir un libro que fue para unos pocos conocidos. He seguido narrando historias sin más pretensión que la de entretener a un puñado de personas cercanas, pero he persistido: He publicado nueve libros y he tenido un sinnúmero de participaciones en antologías, revistas y blogs.
Nunca esperé reconocimiento, pero puedo decir que en la última feria del libro hubo personas que nunca había visto y que se me acercaron para decirme que les había gustado alguno de mis libros. Estoy enormemente agradecido con ellos. No soy famoso, pero puedo considerarme "escritor". Aún no vivo de la literatura, pero si he podido llegar con mis historias a más personas que las que nunca imaginé
Les cuento todo lo anterior, porque el próximo martes 22 de noviembre de 2022 lanzaremos mi libro Matar al Lobo en el Aula múltiple del Paraninfo de la Universidad de Antioquia. Este libro es el mejor ejemplo de que hay que tener paciencia con la literatura. El libro fue escrito en 2016, obtuvo una mención de honor en el Ministerio de Cultura en el 2018 pero solo fue posible publicarlo en el 2022 gracias a los buenos oficios de Memo Anjel y al apoyo de todo el equipo editorial de la Universidad de Antioquia en cabeza de Silvia García.
Quiero invitarlos a que me acompañen a este lanzamiento. Conversaremos con el profesor Memo Anjel sobre muchas cosas: sobre la literatura de ficción, sobre los viajes en el tiempo, sobre la historia del siglo XX, sobre libros, y sobre inventar mundos.
No se pierdan esta charla sobre un libro que demoró muchos años en encontrar el camino a las vitrinas de las librerías y sobre la rara enfermedad de inventar historias, así sea sólo para los amigos.
Por último, los invito a adquirir el libro. Estoy seguro de que les gustará.
Vea también: Entrevista con el autor
Esta semana publicamos un microcuento que obtuvo una mención de honor en el IV concurso Universitario de Microrrelatos Universidad EAFIT 2019, Palabras Contadas.
MASACRE Carlos Alberto Velásquez C. © Primero cayeron los reyes y sus reinas, luego siguieron los ministros. Los caballeros que trataron de defender los reinos, perecieron con sus caballos al ser aplastados por la caída de las torres. Los siervos lucharon con denuedo hasta ser vencidos. Ninguno sobrevivió. Bajo la consigna de "viva la igualdad" y "abajo las clases sociales" una multitud de “iguales entre sí” acabó con todos ellos en pocos minutos. Y todo ocurrió porque alguien desprevenidamente mezcló en el mismo cajón las figuras del ajedrez, las fichas del juego de damas y un solo tablero. |
Vesícula
En estos días, en nuestro Taller de Crea-Acción Literaria, tocamos el tema de los diálogos. Hablábamos de que hay varias formas de representar un diálogo: lo usual es poner cada diálogo en un renglón aparte, e iniciarlo con una línea. Pero algunos autores preferían tener un diálogo inmerso en el texto (sin marcar la distancia entre los que hablaban).
Esta semana compartimos unos de los cuentos más conocidos del escritor colombiano Gabriel García Marquez, que pareciera estar inspirado en los mitos griegos sobre el destino.
En este cuento podemos ver, además de la genialidad del maestro, un magnífico ejemplo de un dialogo inmerso. Que lo disfruten
Esta semana compartimos un texto de una poeta polaca: Wisława Szymborska, quien nos dejó esta interesante poesía.
Wisława Szymborska (AFI: vʲisˈwava ʂɨmˈbɔrska) (Prowent, actual Kórnik, 2 de julio de 1923 - Cracovia, 1 de febrero de 2012) fue una poeta, ensayista y traductora polaca, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1996.
Esta semana les compartimos, del genial Borges, un poema llamado El Golem, inspirado en una antigua leyenda hebrea. Este poema fue escrito en 1958 y publicado en el libro "El otro, el mismo" en 1964