¿Qué hace a un escritor? ¿El acto de escribir? Si así fuera, todos los que copian un texto serían escritores. ¿Tal vez el acto de inventar una historia? Siendo así, quien dice una mentira se convertiría automáticamente en escritor, y sabemos que eso no es cierto. ¿El uso correcto de un lenguaje, tal vez? Entonces lo sería un abogado que redacta un contrato, o un matemático que sabe utilizar su lambdas e integrales para formular una ley matemática en un lenguaje técnico.
Taller Crea-Acción Literaria (haga clic para más información)
miércoles, 30 de noviembre de 2022
Reflexiones de Schopehauer sobre la actividad literaria
miércoles, 23 de noviembre de 2022
La prótesis. Lina Marcela Cardona G
Esta semana les compartimos el primer puesto en el concurso de microcuento Medellín en 100 palabras. Esta vez la ganadora en la categoría adultos fue Lina Marcela Cardona García de quien ya hemos publicado otros textos en este blog. Este bello cuento surge de una vivencia de la autora.
Muchas felicitaciones para Lina.
La prótesis
No sabía que mi papá había perdido sus dientes; solo tuve conciencia de ello cuando vi la prótesis en el lavamanos, mientras él se iba a la Clínica Medellín. Horas después recibí un audiomensaje en el que decía no poder comer y me rogaba hacérsela llegar. Cuando volví a casa para recogerla, encontré la misma risa en el baño; la puse en una bolsa para enviarla con el mensajero, quien observó extrañado la encomienda. La prótesis no paró de reír, ni cuando una semana después fue devuelta con otras cosas sin usar, en la maleta de mi padre muerto.
Lina Marcela Cardona García, Primer puesto, categoría adultos.
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miércoles, 16 de noviembre de 2022
Lanzamiento Matar al lobo
Por Carlos Alberto Velásquez C.
Como muchos de ustedes saben, participo en talleres de creación literaria y en algunos ratos libres coordino otros.
A veces, tal vez más frecuentemente de lo imaginado, uno se encuentra con buenos escritores que llegan a estos talleres con la esperanza de ser leídos por desconocidos. ―Cabe decir que los primeros lectores son la familia, los amigos, los compañeros...― pero generalmente, el que escribe espera transcender con sus textos más allá del círculo de sus conocidos.
Con la misma frecuencia muchos escritores en potencia "tiran la toalla" porque pasados uno o dos años, aún no han podido publicar nada.
Muchos dicen que lo que ocurre es que es muy difícil vivir de la literatura. Hace poco, en el Taller de Historias invitamos a mi amigo y colega Carlos Alberto Palacio (PALA) y le hicimos la pregunta: ¿Se puede vivir de la literatura? y él, con esa sabiduría que lo caracteriza, nos respondió algo maravilloso:
Nos dijo que sí. Que sí era posible vivir de la literatura, pero para ello había que trabajar muy duro y esforzarse por aprender el oficio antes de esperar retribución. Y nos puso de ejemplo al médico, que debe estudiar seis años de carrera, un año de internado, y luego al menos dos o tres años de especialización y posiblemente dos o tres más de subespecialización. Antes de eso ―nos decía ―, un médico no puede esperar una buena retribución por el tiempo invertido. Igual pasa con los escritores. Un escritor no puede pretender estar en las vitrinas de las librerías sin haber gastado mucho tiempo cultivando el arte y haciéndose conocer.
En mis talleres, veo con frecuencia personas que escriben muy bien, pero que esperan ser reconocidos por los lectores en poco tiempo, ignorando el largo camino que hay que recorrer. Creemos que la fama y la fortuna se logran con publicar un video y montarlo a la red porque hemos visto que la gente se deja obnubilar por una cara bonita o un buen cuerpo, como si la literatura no requiriese un esfuerzo mayor que el de un influenciador.
Yo escribo historias desde muy niño; solía escribir para mí, para mis amigos, y sólo en el 2012 me lancé a escribir un libro que fue para unos pocos conocidos. He seguido narrando historias sin más pretensión que la de entretener a un puñado de personas cercanas, pero he persistido: He publicado nueve libros y he tenido un sinnúmero de participaciones en antologías, revistas y blogs.
Nunca esperé reconocimiento, pero puedo decir que en la última feria del libro hubo personas que nunca había visto y que se me acercaron para decirme que les había gustado alguno de mis libros. Estoy enormemente agradecido con ellos. No soy famoso, pero puedo considerarme "escritor". Aún no vivo de la literatura, pero si he podido llegar con mis historias a más personas que las que nunca imaginé
Les cuento todo lo anterior, porque el próximo martes 22 de noviembre de 2022 lanzaremos mi libro Matar al Lobo en el Aula múltiple del Paraninfo de la Universidad de Antioquia. Este libro es el mejor ejemplo de que hay que tener paciencia con la literatura. El libro fue escrito en 2016, obtuvo una mención de honor en el Ministerio de Cultura en el 2018 pero solo fue posible publicarlo en el 2022 gracias a los buenos oficios de Memo Anjel y al apoyo de todo el equipo editorial de la Universidad de Antioquia en cabeza de Silvia García.
Quiero invitarlos a que me acompañen a este lanzamiento. Conversaremos con el profesor Memo Anjel sobre muchas cosas: sobre la literatura de ficción, sobre los viajes en el tiempo, sobre la historia del siglo XX, sobre libros, y sobre inventar mundos.
No se pierdan esta charla sobre un libro que demoró muchos años en encontrar el camino a las vitrinas de las librerías y sobre la rara enfermedad de inventar historias, así sea sólo para los amigos.
Por último, los invito a adquirir el libro. Estoy seguro de que les gustará.
Vea también: Entrevista con el autor
miércoles, 9 de noviembre de 2022
Decálogo del poeta: Piedad Bonet
Piedad Bonnett, ganadora del Premio Nacional de Poesía en 1994, enumera diez pasos para escribir un poema.
Tomado de: Semana
2. Lee ensayo, novelas, textos científicos, periódicos, mucha poesía. Y lee, como aconseja Steiner, con un lápiz en la mano.
3. Está atento a la aparición de la chispa del poema. Resguárdala de los vientos, y espera a que el tiempo la convierta dentro de ti en una llamita que aspira a convertirse en llamarada.
4. Escribe con toda la tradición en la cabeza y sabiendo qué están haciendo tus contemporáneos, pero con la intención de volver a crear el mundo.
5. Recuerda que escribir un poema es también un ejercicio de honestidad. Renuncia a todo lo que sea oropel o fuego de artificio.
6. Abandónate a lo oscuro que hay en ti, suelta las riendas de la razón, trabaja a partir de la tensión entre tus vísceras y tu cerebro.
7. Ten paciencia. Espera semanas o meses, si es necesario, esa palabra que consideras es la precisa.
8. No olvides que todo poema, por barroco o extenso que sea, es un ejercicio de síntesis.
9. Busca la música de tu lengua, pero también la música que ese poema que estás escribiendo necesita.
10. Deja reposar el poema, ojalá semanas o meses. Corrige y rompe si es necesario.
Piedad Bonnett. Amalfi, Colombia, 1951. Licenciada en Filosofía y Letras de la Universidad de los Andes, profesora en esta Universidad desde 1981 y tiene una maestría en Teoría del Arte y la Arquitectura en la Universidad Nacional de Colombia. Ha publicado varios libros de poemas: De círculo y ceniza (Ediciones Uniandes, 1989, reedición de 1995), Nadie en casa (Ediciones Simón y Lola Gubereck, 1994), El hilo de los días (Norma, 1995), Ese animal triste (Norma 1996), Todos los amantes son guerreros (Norma 1998) Tretas del débil (Alfaguara, Punto de lectura, 2004) Las herencias (Visor, 2008), y Explicaciones no pedidas (Visor, 2011). Con el primero de ellos recibió mención de honor en el Concurso Hispanoamericano Octavio Paz, y con El hilo de los días ganó el Premio Nacional de Poesía otorgado por el Instituto Colombiano de Cultura, Colcultura, en 1994. Tiene además tres antologías, la última de las cuales, Lo demás es silencio fue publicada en España por Editorial Hiperión en 2003. Es autora, además, de cuatro obras de teatro montadas por el Teatro Libre bajo la dirección de Ricardo Camacho y de cuatro novelas: Después de todo (2001) Para otros es el cielo (2004) Siempre fue invierno (2007) y El prestigio de la belleza (2010), y de unas memorias sobre la muerte de su hijo, Lo que no tiene nombre (2013), un libro de entrevistas a escritores y un diccionario de términos garciamarquianos. Cuentos y ensayos suyos han sido publicados en distintas revistas y periódicos del país y del extranjero.
miércoles, 2 de noviembre de 2022
Masacre. Cuento de Carlos Alberto Velásquez Córdoba.
Esta semana publicamos un microcuento que obtuvo una mención de honor en el IV concurso Universitario de Microrrelatos Universidad EAFIT 2019, Palabras Contadas.
MASACRE Carlos Alberto Velásquez C. © Primero cayeron los reyes y sus reinas, luego siguieron los ministros. Los caballeros que trataron de defender los reinos, perecieron con sus caballos al ser aplastados por la caída de las torres. Los siervos lucharon con denuedo hasta ser vencidos. Ninguno sobrevivió. Bajo la consigna de "viva la igualdad" y "abajo las clases sociales" una multitud de “iguales entre sí” acabó con todos ellos en pocos minutos. Y todo ocurrió porque alguien desprevenidamente mezcló en el mismo cajón las figuras del ajedrez, las fichas del juego de damas y un solo tablero. |
Fuente: El blog de los lagartijos
miércoles, 26 de octubre de 2022
Vesícula. Cuento de Juan José Millas
Vesícula
Estaba intentando concentrarme en la escritura de un cuento circular cuando sonó el teléfono y una mujer preguntó si me habían quitado hace poco la vesícula. Dije que sí, claro, porque era la verdad. Entonces, la que hablaba se identificó y supe que se trataba de una novia de mi juventud que había devenido en patóloga. «Imagínate la gracia que me hizo cuando vi la etiqueta con tu nombre adherida a la víscera —dijo —, las vueltas que da la vida, ¿no? Habría pagado cualquier precio por tener tu corazón y años más tarde me envían gratuitamente tu vesícula.» «¿Cómo te ha llegado?», pregunté. «Como me llegan todas, en una especie de tartera refrigerada con una nota del cirujano pidiéndome que la analice.»
Mientras hablaba, entre la niebla de mi memoria se iba abriendo paso el rostro de la patóloga con veinte años menos de los que tendría ahora. Nos habíamos hecho novios al poco de que muriera Franco y habíamos roto después de que ganara las primeras elecciones Adolfo Suárez. A través de nuestra descomposición sentimental se podría haber contado la miseria de aquella época mucho mejor que con los recursos metodológicos de la historia. Y para quien aspirara a un sobresaliente, allí estaba aquella vesícula con un bulto cuyo diagnóstico dependía de mi pasado político. No era una situación agradable; la patóloga respiraba venganza.
Me resistí a preguntar por mi tumor, pero ella me contestó de todos modos. «No me gusta su aspecto —dijo—, me recuerda el de mi estado de ánimo cuando rompimos.» «Esto no está nada bien —le imploré—, después de todo parece que sobreviviste.» «No te imaginas en qué condiciones», respondió antes de colgar. Por supuesto, no he recogido los análisis del mismo modo que no he leído nada sobre estos veinte años: hay cosas que se notan en la cara.
miércoles, 19 de octubre de 2022
La idea que da vueltas. Gabriel García Márquez.
En estos días, en nuestro Taller de Crea-Acción Literaria, tocamos el tema de los diálogos. Hablábamos de que hay varias formas de representar un diálogo: lo usual es poner cada diálogo en un renglón aparte, e iniciarlo con una línea. Pero algunos autores preferían tener un diálogo inmerso en el texto (sin marcar la distancia entre los que hablaban).
Esta semana compartimos unos de los cuentos más conocidos del escritor colombiano Gabriel García Marquez, que pareciera estar inspirado en los mitos griegos sobre el destino.
En este cuento podemos ver, además de la genialidad del maestro, un magnífico ejemplo de un dialogo inmerso. Que lo disfruten
Y empiezan a desmantelar, literalmente, al pueblo. Se llevan las cosas, los animales, todo. Y uno de los últimos que abandona el pueblo dice: “Que no venga la desgracia a caer sobre todo lo que queda en nuestra casa”, y entonces incendia la casa y otros incendian otras casas. Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en éxodo de guerra, y, en medio de ellos, va la señora que tuvo el presagio exclamando: “Yo lo dije que algo grave iba a pasar, y... me dijeron que estaba loca”.
Si quieren saber algo más sobre este escritor les recomiendo hacer click aquí
miércoles, 12 de octubre de 2022
Las tres palabras más extrañas. Wislawa Szimborska
Esta semana compartimos un texto de una poeta polaca: Wisława Szymborska, quien nos dejó esta interesante poesía.
Cuando pronuncio la palabra Futuro,
Cuando pronuncio la palabra Silencio,
lo destruyo.
Cuando pronuncio la palabra Nada,
Wisława Szymborska (AFI: vʲisˈwava ʂɨmˈbɔrska) (Prowent, actual Kórnik, 2 de julio de 1923 - Cracovia, 1 de febrero de 2012) fue una poeta, ensayista y traductora polaca, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1996.
miércoles, 5 de octubre de 2022
El Golem. Poema de Jorge Luis Borges
Esta semana les compartimos, del genial Borges, un poema llamado El Golem, inspirado en una antigua leyenda hebrea. Este poema fue escrito en 1958 y publicado en el libro "El otro, el mismo" en 1964
miércoles, 28 de septiembre de 2022
Sueños de robot. Isaac Asimov
Para ésta semana, más literatura: Un fantástico cuento de Isaac Asimov. ("Robot dreams" 1986)
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En muchas oportunidades he hablado de la diferencia entre decir y mostrar. Con frecuencia, los narradores dicen, pero los personajes muestr...
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