En muchas oportunidades he hablado de la diferencia entre decir y mostrar. Con frecuencia, los narradores dicen, pero los personajes muestran.
Esta semana les traigo un cuento de un escritor brasileño, Luis Fernando Veríssimo, titulado “Basura”, que desde mi humilde concepto, es una verdadera obra de arte porque prácticamente el narrador es invisible. Se limita a dar solo la primera frase y deja que los personajes lo cuenten todo, en un diálogo que es completamente fluido.
Espero les guste.
Basura
Se encuentran en el área de servicio. Cada
uno con su bolsa de basura. Es la primera vez que se hablan.
- Buenos días...
- Buenos días.
- La señora es del 610
- Y, el señor del 612
- Sí.
- Yo aún no lo conocía
personalmente...
- De hecho...
- Disculpe mi
atrevimiento, pero he visto su basura...
- ¿Mi qué?
- Su basura.
- Ah...
- Me he dado cuenta que
nunca es mucha. Su familia debe ser pequeña...
- En realidad sólo soy yo.
- Mmmmmm. Me di cuenta también que usted usa
mucha comida enlatada.
- Es que yo tengo que
hacer mi propia comida. Y como no sé cocinar.
- Entiendo.
- Y usted también...
- Puede tutearme.
- También perdone mi
atrevimiento, pero he visto algunos restos de comida en su basura. Champiñones,
cosas así...
- Es que me gusta mucho
cocinar. Hacer platos diferentes. Pero como vivo sola, a veces sobra...
- Usted... ¿Tú no tienes
familia?
- Tengo, pero no son de
aquí.
- Son de Espírito Santo.
- ¿Cómo lo sabe?
- Veo unos sobres en su
basura. De Espírito Santo.
- Claro. Mi madre me
escribe todas las semanas.
- ¿Ella es
profesora?
- ¡Esto es
increíble! ¿Cómo adivinó?
- Por la letra del sobre.
Pensé que era letra de profesora.
- Usted no recibe muchas
cartas. A juzgar por su basura.
- Así es.
- Pero, el otro día tenía
un sobre de telegrama arrugado.
- Así fue.
- ¿Malas
noticias?
- Mi padre. Murió.
- Lo siento mucho.
- Él ya estaba
viejito. Allá en el Sur. Hacía mucho tiempo que no nos veíamos.
- ¿Fue por eso que
volviste a fumar?
- ¿Cómo es que
sabes?
- De un día para otro
comenzaron a aparecer paquetes de cigarrillos arrugados en su basura.
- Es cierto. Pero conseguí
dejarlo de nuevo.
- Yo, gracias a Dios,
nunca fumé.
- Ya lo sé. Pero he visto
unos vidriecitos de pastillas en su basura...
- Tranquilizantes. Fue una
fase. Ya pasó.
- ¿Peleaste con
tu pololo, no es verdad?
- ¿Eso, también
lo descubriste en la basura?
- Primero el buqué de
flores, con la tarjetita, tirado en la basura. Después, muchos pañuelitos de
papel.
- Es que lloré mucho, pero
ya pasó.
- Pero incluso hoy vi unos
pañuelitos...
- Es que estoy un poquito
resfriada.
- Ah.
- Veo muchos crucigramas
en tu basura.
- Claro. Sí. Bien. Me
quedo solo en casa. No salgo mucho. Tú me entiendes.
- ¿Polola?
- No.
- Pero hace unos días
tenías una fotografía de una mujer en tu basura. Parecía bonita.
- Estuve limpiando unos
cajones. Cosa del pasado.
- No rasgaste la foto. Eso
significa que, en el fondo, tú quieres que ella vuelva.
- ¡Tú estás
analizando mi basura!
- No puedo negar que tu
basura me interesó.
- Qué divertido. Cuando
escudriñé tu basura, decidí que quería conocerte. Creo que fue la poesía.
- ¡No! ¿Viste
mis poemas?
- Vi y me gustaron mucho.
- Pero, ¡si son tan malos!
- Si tú creías que eran
realmente malos, los habrías rasgado. Y sólo estaban doblados.
- Si yo supiera que los
ibas a leer...
- Sólo no los guardé
porque, al final, los estaría robando. Si bien que, no sé: ¿la basura de la
persona aún es propiedad de ella?
- Creo que no. Basura es
de dominio público.
- Tienes razón. A través
de la basura, lo particular se vuelve público. Lo que sobra de nuestra vida
privada se integra con las sobras de los demás. La basura es comunitaria. Es
nuestra parte más social. ¿Esto será así?
- Bueno, ahí estás yendo
harto lejos con la basura. Creo que...
- Ayer, en tu basura...
- ¿Qué?
- ¿Me equivoqué
o eran cáscaras de camarón?
- Acertaste. Compré unos
camarones enormes y los descasqué.
- ¡Me encantan
los camarones!
- Los descasqué, pero aún
no los comí. Quien sabe, tal vez podamos...
- ¿Cenar juntos?
- Por qué no.
- No quiero darte trabajo.
- No es ningún trabajo.
- Pero vas a ensuciar tu
cocina.
- Tonterías. En un
instante limpio todo y pongo los restos en la basura.
- ¿En tu basura
o en la mía?
_______________
Basura, título original "Lixo", cuento de Luis Fernando Veríssimo, incluido en su libro de crónicas y
cuentos O Analista de Bagé e, posteriormente, antologado en O Novo
Conto Brasileiro por Malcolm Silverman (Rio de Janeiro,
Nova Fronteira, 1985).
Traducción de Paula Vera.
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